La luna en la botella


Cuando todos los caminos fueron bloqueados, la luna llena permanece como la única vía segura e inconmensurable.  Da lo mismo su color: roja, blanca o gris, pero sí la forma y el brillo. Una gran luna redonda y brillante, para que al mirarla sepa el destinatario que ella sigue estando, y que espera. A menos que imagine que la encierra en una botella de cristal opaco que oculta para siempre en las montañas.



© Carolina Meneses Columbié, 2015

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