Cuento: * El negro del bongó
* Mención en el Concurso Interamericano de Cuentos 2006 de Fundación Avon Del libro CARIBE “Pero mi repique bronco, pero mi profunda voz, convoca al negro y al blanco, que bailan el mismo son, cueripardos o almiprietos más de sangre que de sol, pues quien por fuera no es noche, por dentro ya oscureció.” Nicolás Guillén El negro está sentado en un taburete en el centro de la pista de baile con el gentío alrededor y el bongó entre las piernas. Tamborilea un toque breve. Deja las manos quietas sobre el instrumento y levanta la cabeza con los ojos cerrados. Aspira profundo. Sin abrir los ojos ni bajar la cabeza inicia un repique lento. Los cuerpos siguen el ritmo que se acelera hasta que el toque se interrumpe con un golpe de palmas contra tambores. El gentío aplaude. El negro tiene la espalda erguida, el cuello recto, la mirada fija, las manos en las caderas. Se pone de pie, entrega el bongó a un empleado del club y se va con la negra grande que lo viene acompañando las t...