"Hoy ya sé muy bien que nada en el mundo repugna tanto al hombre como seguir el camino que ha de conducirle hacia sí mismo."
Herman Hesse. Demian. Pag. 42. Santiago: Centro Gráfico, 2002
Para el estudio de los guiones de diálogo suelo recomendar a mis alumnos el conocido artículo de Eduardo Scarletti: Guiones de diálogo . Pero más de alguno me ha dicho que no lo entiende. El uso correcto de los guiones de diálogo puede parecer difícil al principio, así que te explicaré de la manera más sencilla posible cómo hacerlo y salir airoso. El guión de diálogo es siempre una raya larga (—) que se logra usando el código ASCII Alt+0151. También se llama "guión largo" y sirve para indicar los parlamentos de los personajes y los incisos del narrador, o dicho en palabras más sencillas, las intervenciones del narrador para indicar quién habla y/o para ampliar la información, se hace sólo cuando es necesario. Son diez los usos más frecuentes de los guiones de diálogo: Uso 1 : En este caso el guión va pegado a la primera letra de la palabra inicial. —Siempre le digo a mis alumnos que el uso del guión largo requiere de mucha práctica. Uso incorrecto: — Siempre le dig...
Un libro bien escrito que trasciende los grupos de edades. En la contraportada dice que es “para jóvenes adultos”, sin embargo a mí, que ya abandoné a tan envidiable grupo, el libro de Marcelo Birmajer me cautivó en la primera de sus 128 páginas y no lo solté hasta el punto final. Hijo de una familia de judíos practicantes, Mordejai es un chico de doce años que se prepara con el rabino Sender Musnak para celebrar su baarmitzvá , la ceremonia en la que pasará a formar parte de la comunidad adulta. Mordejai vive en el barrio judío de Buenos Aires entre familias decentes y trabajadoras. Cerca de su hogar una misteriosa casa abandonada le llama poderosamente la atención: dicen los del barrio que allí es donde habita el Maligno. Cierto día regresan sus moradores, un matrimonio al que todos evitan. A Mordejai su padre le prohibe acercarse al lugar pero la atracción que siente hacia Tamara, la mujer del matrimonio, es más intensa que el respeto que le inspira la orde...
Johan Potma Tortuga descansa sobre la plataforma del estanque de vidrio. Gata avanza, la vista fija y el vientre a ras del suelo. Estira la pata y empuja a Tortuga al agua. Gata corre, trepa al sillón de la ventana y se acurruca muy quieta. Tortuga se sumerge, nada hasta una de las esquinas del estanque y allí se queda un par de horas. De vez en cuando mira hacia la plataforma, intenta mover las patas, pero se arrepiente y se queda donde está. Cuando Gata no existía Tortuga era la única mascota de la casa. Mamá Humana la sacaba del estanque y juntas nadaban en la piscina grande. Tortuga solía recorrer el patio o se quedaba la tarde entera en el rincón que más le gustaba por fresco y sombreado: detrás del librero. Nada ni nadie perturbaban su paz. Hasta que Gata apareció. Día tras día Gata espera en el brazo del sofá a que pase Tortuga. Cuando está justo bajo sus patas salta sobre el caparazón, ruedan por el piso y quedan frente a frente. Una encoge el cuello y se paraliza. La ...
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