¿Te aburre el libro?

¿Te ocurre que no puedes avanzar en la lectura de algún libro? No porque te falte el tiempo, aunque el tiempo te falte siempre. No porque te esté apurando la persona o la biblioteca que te lo prestó. No porque el escritor no sirva. No hay caso. Por la noche, mientras tratas a duras penas de avanzar en la lectura te despierta sorpresivamente el ruido que hace al chocar contra el suelo cuando se te cae de las manos.
Dime:
¿Por qué aburre un libro de valor cuyo autor conoce el oficio? ¿Será que lo que unos consideran de valor para otros no lo es tanto? ¿Será que de tanto buscar termina por aburrirnos casi todo?
Para que un libro nos guste ¿lo tiene que haber escrito un autor con patrones mentales y emocionales similares a los nuestros?
Borges lo explica borgianamente:
Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos. Ocurre entonces la emoción singular llamada belleza, ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica. (Tomado de "Biblioteca personal", de Jorge Luis Borges. Alianza Editorial, 1997).
En el mundo hay demasiados libros como para estar sufriendo por uno, cuando te aburra, por muy de valor que sea, ciérralo, guárdalo, devuélvelo o regálalo, y búscate otro. Si el nuevo libro tampoco te gusta, ciérralo, guárdalo, devuélvelo o regálalo y búscate otro. ¿Hasta cuándo? Sencillo, hasta que des con el que te vuelva insomne. Parecido al amor, ¿no?
© Carolina Meneses Columbié
Imagen: Muchacha leyendo. Renoir
Comentarios
Aprovecho de profundizar a lo que me refiero. Es común encontrar en la literatura protagonistas como henry chinasky de bukowsky, que identifican a un gran número de personas, o en su defecto, llaman la atención, por ser un personaje que deseamos ser y pasarla así de bien como él, y que todo te importe una mierda. Otro ejemplo es el protagonista de guardián entre el centeno, de fácil identificación, sobre todo en la adolescencia. Ambos protagonistas parecen compatibilizar con el lector y a la vez desenvolverse en un escenario adulto. ¿Pero un papelucho adulto como protagonista, podría cuajar? Yo no he encontrado protagonista así en literatura, donde utilice el humor o visión ingenua de las cosas, como si no fuera posible dar profundidad a los temas con ese estilo. En cambio, si abunda el humar acido u opinión pesimista de la vida, para llegar con profundidad a los temas. Un ejemplo del protagonista que busco, lo encuentro en el cine, y es forrest gump, pero para conseguir la verosimilitud se valieron de que el protagonista tuviera un retraso mental. Otro ejemplo, es el prota de la película big fish, pero utilizaron como recurso que en realidad el prota era así por la magia del padre en contactar sus anécdotas como cuentos, mezclando fantasía y realidad. Es decir, un protagonista como el que busco, sin valerse de un artificio para conseguir verosimilitud ¿existe un prota así en la literatura?